SENTIRES DEL ALMA 35

• Comienzo de una jornada, ¿qué acontecerá? Una quietud y vigilancia interior. Sanar heridas y lanzar sonrisas. Más allá de lo que depare el día, la paz, Shalom de Dios. Solear nuestra interioridad y provocar alegría en los demás.

• El árbol y el pájaro en la rama, el canal y el agua, el puente, el sendero, el rocío en la hierba verde y el frescor del aire. Llenarme de buen sentimiento, pasar con amor y paz por la vida. Y dejar pisadas peregrinas de caminante que anda ligera. Que a mi paso todo florece, como huellas del Resucitado que camina conmigo.

• Al final, el encuentro será con la misericordia y la fiesta. Dios nos espera con la mesa puesta y la comida servida. Importa agrandar la confianza y, con ella, no temer nada.

• Cada día, ¿qué reducir de mí para mantener la paz? Tal vez el exceso de mi yo.

• Para lo que realmente soy una artista es para ir a mi aire. Esto no me cuesta ningún esfuerzo, que me sale natural y lo hago perfecto. Es verdad que, tanta natural espontaneidad para ir a la mía me deja fatal. Y con el añadido trabajo de tener que pedir perdón, que esto también lo hago, y lo procuro hacer bien, ser artista en el perdón. Que no todo es malo en mí. Todo junto, un cansancio y desaliento penoso para el alma, consecuencia de la lucha conmigo misma. Ser buena lo llevo mal, me cuesta esfuerzo y es como una falsedad, un quiero y no puedo. Me sucede como a Pablo: «No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero». Ser buena es una trabajera que me agota. Pero me aporta paz, esto también es verdad. Y tiene su mérito este esfuerzo por querer lo bueno, optar por el amor, porque este remar contracorriente es un trabajar sin ver avanzar. Al final le digo a Dios: “Haz conmigo lo que puedas”. Y el pobre Dios, conmigo no lo tiene fácil. A los años, Dios mío, me llegue la conversión y deje ya de ser una artista para ir a mi aire y estar pronta para ir al aire de tu Espíritu. Venga lo bueno y descanse el alma en paz. Y una gran opción siempre por el amor y la justicia. Ser artista en amar y pasar como Jesús, haciendo el bien. Todo queda facilitado cuando me dejo hacer por Dios. Y ser en bondad. Todo lo hace Dios, ya es tiempo de no ponerle tropiezos. Tarde voy.

• En el monasterio trabajo y rezo. La opción por lo bueno y bello, por el amor, se muestra en una vida para el evangelio, conviviendo fraternalmente y sirviendo. Lo reconozco, hay cosas que me salen fatal. Soy tan pronta discutiendo que me cuesta frenar y nunca lo hago a tiempo, el choque me resulta mortal. Por la noche, retirada para el descanso, en el alma la paz por los perdones y comuniones, sí, es cierto, siempre estoy pronta para el perdón, me lo apunto como una gracia y un don de Dios. Y a solas conmigo misma, con todo el cansancio a cuestas, miro la cama, miro a Dios y me digo: “menos mal que duermo sola”. Y en este ansiado descanso me duermo. Mañana volveré a bregar. Elijo lo bueno a pesar del mal.          (14 – abril – 2021)

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