Amanece, se perfila el mar en el horizonte y el viento me trae humedades con sabor a sales marinas, frescor de un comienzo orante, polifonía del canto de laudes y armonía entre lo humano y lo divino.
Amanece, las flores del jardín abren sus pétalos bajo el cielo que poco a poco va clareando. La naturaleza perfumea los aires embriagadores de néctar dulzón de licores amables. Embriaguez de deseos no cumplidos y caminos sin recorrer.
Amanece, me estremece encontrarme conmigo misma, cargada de crítica, buscando siempre ampliar mi propia perspectiva, porque no me gusta aceptar las cosas como están. Hecha estoy para la libertad.
Amanece, verme y sentirme humana y agradada. A veces me carga mi propia pesadez, que no soy fácil ni para mí misma, tan llena de inconformidad y tan amante de libertad. Todo junto, es mi riqueza a la vez.
Amanece, me levanto de un nido de mantas que me acurrucaron durante el sueño, descanso curativo para mí misma también.
Amanece, y voy a rezar laudes. Los salmos templan el alma y la amansan, llenándola de ternura y paz. Ante Dios volcamos lo que llevamos en el corazón, penas y alegrías, gozos y esperanzas.
Hace tiempo que no sonrío a placer, lo haré en este amanecer de rezos, y seré feliz. Amanece, cada día amanece como una nueva posibilidad. Dios se regala en cada amanecer para nuestro disfrute personal. Vivir a placer este nuevo día. (18 – mayo – 2021)
Aventurar la vida 
Querida Anna, en algunos de tus artículos te muestras contundente, firme, rotunda y precisa. Lo que es, es, sin vuelta de hoja. Pero existen otros con cierta dualidad o ambivalencia, que más que decirnos, parece que te lo digas a ti misma tratando de convencerte. Y que a mí me hacen preguntarme ¿Qué hace una mujer como tu, en un sitio cómo ese? Claro que ya en su día nos diste la respuesta. «El que yo sea monja es un milagro»
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Si viera como en pleno día, no asomaría ni una nube. Si tuviera plena luz, no tendría fe. Camino a oscuras y segura en Dios, si cierro los ojos del corazón… entonces todo tambalea. Mantego la fe, es mi seguridad y oscuridad. La luz viene, poc a poc, i a voltes és plena llum… avancem amb la nostra fragilitat. Me fio de Dios y me basta.
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Gracias, Anna, si casi me había arrepentido, de enviarte mi comentario un poco impulsivamente, ahora casi me alegro, por lo bello y certero de tu respuesta. Ahí en tu respuesta nos encontramos todos. Feliz día.
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