SANTA Y FELIZ NAVIDAD
Señor, Dios nuestro, desde siempre, tu plan para la humanidad es de amor, paz. y felicidad.
Ante el estremecedor momento histórico, en que las naciones se levantan amenazantes unas contra otras. Cuando hemos puesto en peligro el valor de la paz. Cuando ya no es la amistad y el diálogo lo que gestiona nuestra convivencia, y la amenaza de la guerra nos estremece, todavía resuena la esperanza del gran Isaías: “De las espadas forjarán arados, de las lanzas podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra”. Un siglo después, será el sufriente Jeremías, quien avivará la esperanza en el corazón del pueblo: “Sé muy bien lo que pienso hacer con vosotros: Designios de paz y no de aflicción, daros un porvenir y una esperanza/ Me buscaréis y me encontraréis, si me buscáis de todo corazón”. Seguir leyendo