LA ORACIÓN PURIFICA EL CORAZÓN

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Orar es trabajar con el Evangelio en las manos, para ir cambiando las injusticias que subyugan a tantas víctimas y retornarles la dignidad de hijos de Dios, devolviéndoles su humanidad, el gozo de hijos y no esclavos. Dios quiere el bienestar de las personas.  Y la oración nos cristianiza el corazón, para ser y hacer que todo sea más digno y humano, más alegremente vivible. Sí, la oración purifica el corazón, lo vuelve amante.

Todo tiene que redundar en bien para la felicidad de las personas, Dios nos quiere felices y portadores de felicidad. La oración nos va configurando con Jesús, nos hace hombres y mujeres llenos de bondad, responsables ante las situaciones de la vida, en nuestro entorno y momento histórico.

Orar para renovar y purificar el aire, expulsando de nosotros la violencia que nos hace víctimas de nosotros mismos y agresores para los demás. A la oración llevamos “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren”. Es responsabilidad del creyente orar las relaciones, orar las acciones, orar la paz, orar la reconciliación, hasta transfigurar la realidad humana en el espíritu de las Bienaventuranzas.

Orar para ser iluminados, y ser iluminadores de una vida para el Evangelio. La oración-relación con Jesús nos configura, nos va haciendo mejores personas y nos capacita para la relación liberadora con los demás. En la vida cristiana, en el seguimiento de Jesús el Cristo, todo se concreta en un hecho radicalmente claro: el amor. Amar y decirlo con la vida.  (2015)

3 respuestas a “LA ORACIÓN PURIFICA EL CORAZÓN

  1. marivjo 23 abril, 2016 / 7:19 pm

    La oración, la oración, de verdad cada vez más obsesión personal e invitatoria. Como a mí me hicieron en su día (no hace demasiado tampoco) mucho bien, insinúo dos títulos del P-Benjamín González Buelta, S.J.: «Orar en un mundo roto» (me sirvió para trazar las claves de un curso especial) y «La pascua de los sentidos».

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  2. piligimeno 25 abril, 2016 / 1:30 am

    La Oración es el encuentro con tu verdad, con lo más intimo de ti y que ante Dios aflora sin ningún pudor, sin ningún miedo. Gracias por este articulo me ha encantado

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    • Anna Seguí ocd 25 abril, 2016 / 7:46 am

      Sí, ante Dios podemos desnudarnos y permitirnos que aflore, sin temor, toda nuestra realidad. Solo Él ve la verdad de nuestro ser profundo y lo orienta a la libertad del corazón. Libres nos quiere Dios.

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